The Beatles - The Beatles (2009 Stereo Remaster)

by Rotch

Las portadas de la segunda mitad del catálogo de los Beatles parecen dictar perfectamente el contenido del disco. Ya sea el cuarteto marchando de regreso al estudio en Abbey Road, compilando sus obsesiones e influencias en Sgt. Pepper… o confrontando una versión psicodélica de las mismas personalidades en Revolver. Si ese es el caso entonces el apodado White Album representa la unión de todos los colores, sombras y matices dando como resultado el blanco. Y son muchos colores, esparcidos a lo largo de una hora y media y 30 canciones.

En muchos sentidos The Beatles es un álbum antagónico al Abbey Road, comentado ayer. Mientras Abbey Road apuesta por ser un esfuerzo cohesivo de canciones perfectamente acomodadas, The Beatles es un compendio anarquíco que se desborda de tantas ideas que tiene que contener. Y ese es precisamente el secreto de su encanto.

The Beatles es tan amplio que tiende a sacar lo mejor y lo peor de cada uno de los miembros del cuarteto. Por un lado Paul deleita con su lado más rockero en “Back In The U.S.S.R.” y “Helter Skelter”, dos de sus momentos más brillantes; para luego satisfacer su lado más, ugh, delicado con “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, mi canción más odiada de los Beatles. Por otro lado John se siente por primera vez embrujado por el fantasma de Yoko que nunca, para bien (“Julia”) y para mal (“Revolution 9”). George y Ringo figuran menos, y por lo mismo brillan más. “While My Guitar Gently Weeps” de George no necesita introducción y la participación de Eric Clapton la vuelve una de las colaboraciones más gloriosas de la historia. Por su lado Ringo aporta “Don’t Pass Me By”, una de sus obras más respetadas como compositor.

El disco cierra con “Good Night”, una personal favorita. Sus arreglos, clásicos y delicados, parecen pertenecer a una película de Disney de los 50’s, mientras la voz artificiosa de Ringo se acompaña con un glorioso coro. Se siente completa y absolutamente fuera de lugar, no sólo en disco sino en el catálogo entero, encapsulando un poco el espíritu del White Album.

The Beatles funciona como una celebración de excesos. Una celebración de excesos de los músicos más talentosos que conocemos. En manos de cualquier otro grupo hubiera sido un fracaso rotundo. En manos de losBeatles se suma a una enorme tanda de éxitos.

Disco 1.
Disco 2.