
Con pocos momentos que dan para arriba el disco es triste y meláncolico; uno se encuentra con corazones rotos, amores perdidos, desilusiones, accidentes y futuros inciertos. La voz de Adam Olenius así como los demás instrumentos nos dejan ver que la banda se encontraba en una etapa bastante depre y oscura. Nunca le entré al primer disco, Howl Howl Gaff Gaff, pero por lo que he leído es todo lo contrario.
Sin duda uno de los discos para alivianar los ratos cuando no hay ganas, cuando todo es oscuro...para saber muy en el fondo que todo va estar bien.
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