Mis sentimientos sobre el Veckatimest son similares a los del Merriweather Post Pavilion y el Bitte Orca. Es uno de los discos más importantes y emocionantes que me ha tocado vivir. Y aunque mi reacción inicial no fue la más entusiasta, el álbum me ha ganado a paso firme y seguro. Por lo mismo cualquier cosa relacionada con Grizzly Bear en estos días es razón de sonrisas.
En teoría, el disco extra de la edición especial de Veckatimest no daba mucha razón para emocionarse: versiones en vivo de tracks del disco en distintos lugares, nada nuevo. Pero en la práctica se trata de un ejercicio por demás interesante. Veckatimest se trata de una producción inmaculada de estudio, cuyo cuidado y detalles lo convierten en algo muy frágil. Así que escuchar estas versiones es un placer distinto. Fuera los detalles y enfocándonos más en la música y en las letras. Basta que se claven directo a la austera y emotiva versión “Foreground” para que vean a lo que me refiero.
Al final del día el disco es recordatorio de que el Veckatimest es un disco como pocos. Un gigante entre gigantes y un clásico moderno. Un disco que detrás de un impactante paisaje sonoro guarda un alma dulce y generosa.
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1 comentarios:
en retrospectiva, parece que la edición Deluxe fue el pretexto perfecto para dejar una huella de la calidad no comprendida en la primera impresión, más que comentar las versiones en vivo o acústicas (muy remarcables)
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