Que bonito es cuando dos esperadísimos (al menos por mi) discos aparecen en la red con sólo unas horas de diferencia. Más bonito aún es cuando viven, o superan, lo alto de las expectativas.
El primero se trata de Temper, el quinto álbum de BenoÎt Pioulard (seudónimo muy frances del no muy francés Thomas Meluch). Précis, su disco de del 2006 es un personal favorito, el cual no recuerdo bien por qué no lo he puesto en el blog. La creación de este espacio fue precisamente para dar a conocer a artistas como Pioulard: poco conocidos pero sumamente apreciados por aquellos que le han prestado atención.
Con este segundo material, Pioulard retoma su particular estilo, en el que su suave voz se mezcla con enormes atmósferas sonoras de manera orgánica. El equivalente a una pequeña figura humana paseando por un paisaje extraño. Un ejercicio en bellos contrastes, con recompensas en cada vuelta.
Nuestro primer “imprescindible 2008” de día de hoy. Click en el título para bajar.
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