Los Cien del Cero Cero 21-25

by Rotch

21- Kanye West – Late Registration (2005)

El ego más grande de la industria música se desprendió prácticamente de este disco. Un trabajo soberbio y ambicioso que sólo alguien tan confiado como Kanye West puede balancear. Su arma secreta fue enmarcar uno de los más perfectos ejemplos de hip-hop bajo las delicadas construcciones de Jon Brion. Dos sonidos distintos que cuesta trabajo imaginar juntos. Por eso al escucharlos nuestros oídos se sienten tan agradecidos.



22- Fleet Foxes – Fleet Foxes (2008)

El secreto de Fleet Foxes para generar uno de los sonidos más únicos de la década fue buscar referencias oscuras y combinarlas de maneras ingeniosas para al final del día atarlas con la dulce pero intensa voz de Robin Pecknold. El resultado es una extraña mezcla entre un sonido auténticamente pastoral y perfectas estructuras pop sacadas de los Beach Boys, dando un disco que resulta frágil y sumamente potente a la vez.



23- The Knife – Silent Shout (2006)

Todos los actos suecos que hemos mencionado a lo largo de la lista nos dan un pop tan soleado que parece que viven en una playa californiana. The Knife son la excepción a la regla. Silent Shout es un oscuro laberinto de disco, en el cual da un poco de miedo perderse y que sin embargo se las ingenia para sorprender en cada esquina. Sus fríos sonidos electrónicos y extrañas elecciones vocales nos dan una arquitectura cubista y grotesca. El soundtrack perfecto a una película post apocalíptica.

Primera parte. Segunda parte.



24- Franz Ferdinand – Franz Ferdinand (2004)

El disco homónimo de el mejor grupo escocés de la década es simple y sencillamente demasiado divertido para ser verdad. Un ejercicio que definió el indie-rock y que está tan lleno de ideas y sorpresas que sólo puede ser descrito como demasiado deleitable. Uno de esos discos a los que no les sobra ni una canción y una y cada una de ellas ya se escucha como un clásico.



25- Antony And The Johnsons – I Am A Bird Now (2005)

Antoy Hegarty es la voz más poderosa de la década. Única e inconfundible, es un regalo que funciona es espectros divertidos, como Hercules And Love Affair, o tristes, como con los Johnsons. I Am A Bird Now es el mejor trabajo del segundo espectro: el sonido más triste y nostálgico que se puede encontrar. Sin embargo Antony carga el trabajo de manera magistral y emocionante. Un trabajo que mueve a cualquier persona que diga que tiene alma.

Nos vemos la próxima semana y no olviden seguir el progreso de la lista aquí.