Los Cien del Cero Cero 36-40

36- Wolf Parade ? Apologies To The Queen Mary (2005)

De toda la telaraña musical que alberga los más finos actos actos canadienses, como Sunset Rubdown y Frog Eyes, es Wolf Parade la joya de la corona. Apologies To The Queen Mary es su pieza monumental, obra magna de intelectuales como pocos, con Dan Boeckner y Spencer Krug realizando una especie de duelo de voces e ideas que retumban en nuestros oídos de manera triunfal. Y ?Grounds For Divorce? es una de las canciones más emocionantes de la década.



37-Yeah Yeah Yeahs ? Fever To Tell (2003)

Karen O es una de las voces más emblemáticas del rock moderno. Funcionando como una cura a la resaca del grunge, su voz inyectó una energía carente en la escena musical. Y Fever To Tell fue un debut tremendo. Un viaje entre lo novedoso de ?Y Control?, los clásicos estruendos de ?Date withe The Night? y la perfecta melancolía de ?Maps?; explorando todo tipo de matices entre las tres.



38-The Fiery Furnaces ? Blueberry Boat (2004)

Blueberry Boat es un disco tan lleno de ideas que de primera instancia resulta abrumador. Los hermanos Friedberg crearon un trabajo progresivo en descripción, pero que en la práctica se las ingeniaba para sonar a tantas cosas tan distintas que de pronto faltan adjetivos para describirlo. La voz de Eleanore es como una niña perdida en la locura sonora de Matt. O sea, la versión musical de Alicia en el País de las Maravillas.

Primera parte. Segunda Parte.



39- Björk ? Vespertine (2001)

La influencia de Björk durande los 90?s fue tan grande que se puede trazar a la gran mayoría de los artistas modernos. De ahí que la islandesa no se escuche tan innovadora como solía. Sin embargo con Vespertine mostró que estaba dispuesta a envejecer de manera agraciada. Su tactica fue no apuntar a la cabeza, sino al corazón, y así darnos uno de sus trabajos más emotivos.



40- Badly Drawn Boy ? The Hour Of The Bewilderbeast (2000)

?The Shining? es el inicio más bonito que puede tener un disco, y con esa dulce canción Damon Gough terminaba con el faux-cool del britpop para darnos un disco dulce y preciso, más en linea con los momentos más lindos e ingenuos de los Beatles. The Hour Of The Bewilderbest es un disco muy grande, cuya sombra se extendió tanto que Gough nunca volvió a brillar del mismo modo. No importa, por que dejó una hora de música increíble para la historia.

Nos vemos la próxima semana y no olviden seguir el progreso de la lista aquí.