Los Cien del Cero Cero 31-35

31- The Streets ? A Grand Don?t Come For Free (2004)

La voz, siempre seca y sin la menor emoción, de Mike Skinner es una de las más emblemáticas de esta generación fría e indiferente. Y para su segundo álbum nos cuenta la historia de un personaje que pierde mil libras e intenta recuperarlas a lo largo de 11 canciones. El equivalente sonoro a una película de Guy Ritchie: irónico, postmoderno y lleno de estilo. Siempre ilustrando un lugar y un tiempo muy específicos.



32- Arctic Monkeys ? Whatever People Say I Am, That?s What I?m Not (2006)

En una década en la que los británicos no brillaron tanto musicalmente como otras, los Arctic Monkeys les sirvieron como una especie de consuelo al que se aferraron desesperadamente. A meros días de su lanzamiento, el disco fue nombra el quinto mejor álbum de la historia de la música británica por NME (??!!). Es difícil hacer a un lado el hype, pero de lograrlo te encuentras con un disco impecable desde los primeros tamborazos de ?The View From The Afternoon? hasta la nota sostenida al final de ?A Certain Romance?.



33- Feist ? The Reminder (2007)

Del increíble repertorio de voces femeninas que nos dio la década, hay pocas tan dulces y sorprendentes como la de Leslie Feist. The Reminder es uno de esos exitos comerciales ganados a pulso. Sencillos como ?1234? y ?I Feel It All? estan tejidos con una maestría inigualable, y específicamente diseñados para viajar directo de nuestros oídos a nuestros corazones y generar las más grandes sonrisas. 



34- of Montreal ? Hissing Fauna, Are You The Destroyer? (2007)

Hissing Fauna? es un disco que resume la carrera de este grupo de Athens, Georgia, y al mismo tiempo parece que traza la vereda de hacia dónde se dirige. Aquí, los vicios de Kevin Barnes están a flor de piel, y el álbum es una tremenda celebración de excesos líricos y musicales. Lleno de historias hermosamente complejas y sonidos tremendamente ajenos. Al hacerlo, nos da el álbum más increíble de una carrera llena de álbums increíbles. 



35- The Rapture ? Echoes (2003)

Gracias a esa campana de vaca que parece citar a Bue Öyster Club al inicio de la triunfal ?House Of Jealous Lovers?, The Rapture se instituyó como el sonido más icónico de las fiestas de la década a paso firme y seguro. El disco es una intoxicante colección de ritmos, sonidos, gritos y sintetizadores que logran una cohesión dentro de caos, logro que no es nada sino sorprendente. Pero independientemente de sus logros técnicos y artísticos, es su habilidad de divertir lo que sigue sorprendiendo. 

Nos vemos la próxima semana y no olviden seguir el progreso de la lista aquí.