Las primeras imágenes que llegaron a mi cabeza al ver la portada de Life On Earth, el segundo álbum de Jesy Fortino bajo su nom de guerre Tiny Vipers, fueron aquellas conjuradas por The Road, el libro de Cormac McCarthy sobre el fin del mundo, que quienes no lo hayan leído deberían poner en su lista de cosas que leer. Viendo a Fortino con su cara llena de melancolía en ese paisaje cenizo parece resumir el sentir de esa obra maestra apocalíptica. Para cuando escuchamos los primeros acordes de “Eyes Like Ours” nos transportamos inmediatamente a ese lugar. Las primeras palabras son “Do you recall when the world was still young?” lo que nos pone a pensar si el parecido es mera coincidencia.
A lo largo de 11 canciones, Fortino construye un vacío en nuestros corazones, acompañada sólo de una guitarra y en ocasiones de un piano. Su voz frágil y emotiva me recuerda a Vashti Bunyan, y los conocedores sabrán que no hay más grande cumplido. Y es esta voz la que nos lleva a través de historias triste, por momento incluso desgarradoras. Lejos de la elocuencia de un Antony Hegarty, su presencia es más desnuda y sincera, menos llamativa aunque igual de emotiva.
Y aunque la voz es el principal atractivo de Tiny Vipers, no es la única razón para quedarse. El disco es un ejemplo de elegancia, y juega con la austeridad de manera que se siente un trabajo enteramente atemporal y universal, que no se deja encapsular por el espacio o por el tiempo. Un álbum trise e incluso obscuro, lejos de cualquier rayo de luz. No obstante los curiosos se deberían de aventurar. No creo que se vayan a divertir, pero existe la posibilidad de que se vayan a maravillar. ¿Cuántos discos logran eso?
Imprescindible 2009.
Primera parte.
Segunda parte.
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