EL FIASCO DEL COLMENA

Posted: lunes, 9 de junio de 2008 | Publicado por Rotch |


by Andrés


Rápidamente me uno a el descontento generalizado ocasionado por un puñado de individuos que creyeron que por llenar un Salón 21 con Justice podían comerse el mundo y organizar el mejor festival del año. Tristemente creyeron que con buenas intenciones y buenas vibras podían lograr algo que requiere esfuerzo, planeación y mucha mucha pasión. Organizar un concierto no es cosa fácil, se los digo por experiencia, se tienen que ver y preveer todos los puntos finos, todos los detalles. Es como ver venir una serie de olas, de posibles escenarios, tienes que sortear la primera ola e ir pensando en la que sigue y, algo primordial, es tenerle mucho respeto y atención al público, a todas aquellas personas que se avientan un viaje de kilómetros, que gastan su quincena en algo que los ilusiona muchísimo, no se vale tratar a el corazón de los festivales de esa manera.
Me parece deleznable y riesgoso que un festival no de la cara cuando la tiene que dar, claro que hoy ya tienen una conferencia de prensa sumamente planeada con todas las disculpas perfectamente redactadas, pero ¿quién estaba ahí cuando bajábamos horas y horas por una carretera federal sin ninguna especia de ayuda oficial?, ¿Quién estaba ahí para decirnos que había luz al final del camino? ¿Que iba a hacer la chica en silla de ruedas si un trailer en sentido inverso iba hacia ella? ¿Que iban a hacer los niños de catorce años que le arrancaron un permiso a sus padres para ver a sus bandas favoritas estando varados a la una y media de la mañana y sin medio humano por el cual comunicarse a casa?
Entiendo perfectamente que un concierto tiene imprevistos, lo de Sigur Ros fue una pena, pero también se me hace una gran falta de respeto a las bandas acortarles su set bajo el pretexto de que hay que cuadrarse a los tiempos, no darles prueba de sonido, etc.
Este festival era la prueba de fuego para un país y que se esta convirtiendo en un gran gran lugar en el cual disfrutar de una gran diversidad de artistas y propuestas, la ciudad de México, sin miedo a equivocarme tiene una vibra actual equiparable con la escena de Manchester a finales de los 70s, con todas las distancias guardadas, hay festivales cada fin de semana, salen bandas con propuestas muy interesantes y es lamentable que algunos festivales no estén a la altura de lo que esta pasando. Sabíamos que ir era un acto de fe, que ciertas cosas podrían no funcionar, pero nunca nos esperamos la apatía y la inexperiencia peligrosa por parte de los organizadores.
Al igual que Rotch, no cuenten conmigo, prefiero quedarme en mi casa viendo Later with Jools Holland que ir caminando por una carretera, de noche, y con un trailer viniendo hacia mi, sin saber realmente que es lo que esta pasando.

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